Compra de forma inteligente

Compra de forma inteligente


El consumo y las compras innecesarias son el mayor enemigo del ahorro y la libertad financiera

El 61% de las compras que realizamos en realidad no las necesitamos, pero basta acercarse un sábado a cualquier zona comercial para comprobar desde el atasco que «salir de compras» es el hobby nacional, incluso de gente que en realidad no debería permitírselo.

En tu camino hacia la libertad financiera, evitar las compras innecesarias es uno de los primeros pasos que debes seguir. Aquí conocerás de cerca la adicción a las compras y descubrirás los secretos para comprar menos y reservar tu dinero para lo que realmente importa.

¿Eres un adicto a las compras en potencia?

Oniomania (derivado de onios= «se vende», en griego): desorden obsesivo-compulsivo de la conducta caracterizado por un deseo compulsivo e irreflenable por comprar. El sujeto efectúa un gran número de compras impulsivas de artículos que en realidad no necesita y experimenta al hacerlo una gran satisfacción, seguida después por cierto sentimiento de culpabilidad. La Oniomanía también se conoce popularmente como «Adicción a las compras» y en algunos casos puede ser tan grave como la adicción al juego o ludopatía, por lo que llega a requerir terapia psiquiátrica.

Síntomas de que posiblemente estás comprando demasiado

Si te sientes identificado con cualquiera de estas afirmaciones, seguramente compras muchas cosas que no necesitas y podrías evitarlo:

  • Sales de compras aunque no necesites nada.
  • Tienes los últimos Gadgets del mercado. Muchos de ellos sirven para lo mismo.
  • El gasto real y número de artículos que compras cuando entras en un supermercado siempre supera lo que pensabas gastar y comprar.
  • Has cambiado de móvil varias veces, pese a que el que tenías funcionaba perfectamente.
  • Tienes el armario lleno de ropa que nunca te pones, incluso has comprado cosas que sencillamente no te convencían demasiado.
  • Cuando renuevas tu vestuario casi siempre estaba practicamente nuevo y simplemente «se pasó de moda».
  • Gran cantidad de la comida que almacenas termina en la basura porque caduca.
  • Vas a comprar leche y compras de todo. Menos leche.
  • Gastas más de lo que deberías. (Por ejemplo tienes las tarjetas de crédito al límite)
  • Ir al centro comercial es uno de tus planes favoritos.
  • Los festivos sientes que «te falta algo» y a veces acudes a tiendas siempre abiertas o compras online.

El consumismo exagerado puede acabar descontrolándose y atraparnos en una dependencia patológica a las compras de la que es muy díficil salir.

Síntomas de adicción a las compras severa

Si te identificas con alguno de los siguientes puntos, es posible que tengas un problema aún más grave. Hay casos que incluso requieren ayuda profesional, así que intenta evitar cuanto antes cualquiera de estas sensaciones:

  1. Adicto a comprar: El «ir de compras» se convierte en algo necesario y todo se planifica en torno a esta actividad. Casi todo el tiempo libre se dedica a ir de tiendas aunque no necesites comprar nada, incluso descansos en el trabajo, y cualquier actividad que impida comprar algo (salir a pasear por el campo o lugares apartados por ejemplo) lo consideras más aburrido.
  2. Adicto a consumir: Tienes la sensación de que necesitas realizar continuamente nuevas compras de todo tipo, generalmente de cosas innecesarias o superfluas. Una vez se consigue X producto pierdes rápidamente el interés por él y buscas y piensas en algo nuevo que adquirir o que supuestamente necesitas. La cadena de gasto nunca termina.
  3. Adicto a gastar de más: incapacidad de adaptarse al propio presupuesto que se da también en personas de gran nivel adquisitivo. No se trata de tener dificultades para llegar a fin de mes, sino de una absoluta incapacidad para racionalizar y administrar el gasto. Si sobra dinero, siempre piensas que necesitas dedicarlo a comprar algo más.
  4. Descontrol: Tu consumismo descontrolado perjudica de manera severa otros aspectos de tu vida personal, familiar, laboral o social. Te endeudas, acumulas demasiadas cosas, haces regalos a demasiada gente o demasiado caros…
  5. Culpabilidad: A menudo, miras cosas que has comprado y te sientes culpable por haberlo hecho, incluso cosas que acabas de adquirir.

Causas que pueden arrastrarnos a la oniomanía

Niños demasiado consentidos acostumbrados a que sus padres les proporcionaran prácticamente todo aquello que se les antojaba. El problema es que de adultos nuestros caprichos son más caros y además tenemos muchísima más libertad para comprar de todo.
Insatisfacciones o problemas que se proyectan a través del consumo desmedido. La compra a veces se usa para proporcionar ilusión a una vida rutinaria o vacía. En realidad no es que necesites cosas, necesitas ocupar tu mente.
Huída: Se usa la compra como distracción y evasión a otros problemas más graves como la depresión, el alcoholismo, conflictos amorosos, etc.
Publicidad: está en todas partes, haciéndonos creer continuamente que el éxito depende de la cantidad de productos que podamos adquirir.
Búsqueda de validación: la manera más sencilla de conseguir prestigio social es acumulando posesiones, objetos de deseo y envidias. La forma más efectiva de ser realmente feliz es conseguir otro tipo de logros, no necesitas la aprobación de los demás.
Tanto tienes, tanto vales: poseer aumenta la autoestima de gente con complejos. Si tienes una vida plena, no necesitas llenarla de tantas cosas

Consejos para gastar menos y evitar las compras por impulso

1. Aprende a diferenciar entre necesidades reales y deseos e intenta controlar cualquier gasto dedicado a compras por impulso. Antes de comprar nada pregúntate ¿Realmente lo necesito o simplemente «me vendría bien»?
Ejemplos: comprar unos zapatos porque los que tenemos están viejos es diferente a comprar unos zapatos porque así tenemos otro par que acabas de ver y te han gustado. Comprar el último modelo de móvil cuando el que tenemos nos sirve perfectamente es un capricho, no necesidad.


2. Evita tentaciones: si sabes que eres un consumista nato, intenta evitar tentaciones. No vayas a centros comerciales o zonas de compras a no ser que realmente tengas que comprar algo, acude a pequeños supermercados de comida en vez de a hipermercados gigantes, no vayas al cajero del banco cercano a tu tienda preferida. Haz cálculos: cada vez que vas a un sitio de éstos te parece que has gastado demasiado, cuando casi nunca era necesario.


3. No caígas en la trampa de las rebajas y ofertas: no importa que eso esté terriblemente barato. Si no lo necesitas es caro y un gasto inútil. Evita los sitios tipo Factory (destockajes) con ofertas continuas, a no ser que vayas porque necesitas algo en concreto. Mejor algo caro que realmente necesites y te siente bien y vayas a usar o ponerte a menudo que chorradas o ropa que no necesitas a mitad de precio.


4. Empieza a apuntar todos los gastos que vas realizando al mes. Te ayudará a darte cuenta de que pequeñas cantidades, sumadas, son un «gran pellizco» al finalizar el mes. Si evitas estos Gastos Hormiga descubrirás que puedes comprar algo mucho mejor después de poco tiempo, y además te volverás más selectivo en tus adquisiciones.


5. Marca una cantidad fija para gastos al mes y no la superes a no ser que sea estrictamente imprescindible. Casi todas las compras pueden esperar y además reflexionar sobre si realmente las necesitas te hará evitar las compras por impulso.


6. Planea los regalos: Si tienes que comprar un regalo, piensa antes qué le puede gustar realmente a esa persona, vete a la tienda o sección específica, y cómpralo. Nada de ir «a ver qué veo por ahí«, porque terminarás regalándote cosas a tí mismo y además gastarás dinero en algo que probablemente sea más caro de lo que pensabas gastar, y peor. Un truco para ahorrar con los regalos es aprovechar ofertas o comprar online aprovechando sitios las ofertas flash de Amazon.


7. Vete a comprar siempre con una lista. Lo que no está en la lista no se compra. Haberlo apuntado… Evitarás las trampas para que consumas impulsivamente que hay en todos los supermercados.


8. No pagues con tarjeta. Saca el dinero necesario que vayas a gastar y paga en efectivo. Está demostrado según diversos estudios que «duele» más y además evita que superemos nuestro presupuesto y capacidad de gasto real. Lo pagas igual, pero la sensación de gasto real es menor cuando pagas de forma electrónica.


9. Compra online CON CABEZA. Además de muchísimo más baratas, las compras por Internet pueden ser mucho más racionales y además impide que seas vulnerable a las tácticas de Marketing y Promoción de Ventas de los supermercados, pero puedes caer en las propias técnicas de venta online y caer en un consumismo excesivo al no existir límite entre lo que puedes imaginar y lo que puedes comprar… Hazlo con cabeza. Puedes buscar cupones descuentos poniendo el nombre de la tienda, repetir listas de la compra antiguas, aprovechar ofertas temporales y ver reviews de otros compradores que te pueden ayudar a elegir mucho mejor que un dependiente, pero no compres cualquier cosa que aparezca en tu pantalla.

Según diversos estudios, el comercio online es el responsable del aumento del 16% de los casos de adicción a las compras, preocupando especialmente a los jóvenes.


10. Busca nuevas actividades, deportes o aficiones que no consistan en salir de tiendas.


11. Pide ayuda: dile a alguien con el que suelas salir que te impida hacer gastos tontos. Extensible a ésto podría ser: no te juntes con otros adictos a las compras en ciertos sitios, porque los de costumbres parecidas se juntan…


12. Regálate algún premio con el dinero que has ahorrado: un viaje, una reforma, un espectáculo, etc.


13. Nunca olvides que el gasto es ilimitado. Intenta controlarlo porque cada vez va a más, nunca se frena y siempre surgen nuevas oportunidades para gastar.


14. Lleva poco dinero en el bolsillo y evita comprar con tarjeta. Si no llevas suficiente dinero muchas veces optarás por no comprar algún capricho que seguramente no era necesario.

15. Pospón el gasto: cuando veas algo, no lo compres inmediatamente. Date un paseo por otras tiendas y espera al día siguiente. Si realmente lo necesitas, volverás, pero muchas veces te darás cuenta de que en realidad no lo necesitabas.

16. Sustituye, no acumules: Cada vez que compres algo, deshazte de otra cosa. Si por ejemplo decides que quieres comprar unos zapatos aunque sabes que ya tienes, deberás desprenderte de un par viejo. El efecto de pensar que tendrás que perder algo que ya tienes para poder comprar algo nuevo te ayudará a darte cuenta de que muchísimas cosas son innecesarias.

17. Sé modesto: No caigas en el ego de pensar que controlas tus compras si sabes que muchas veces no es así y que realmente gastas más dinero del que deberías de forma innecesaria. Consulta, intenta evitar consumir de más y tómalo muy en serio si crees que puede afectarte. La adicción a las compras puede destruir vidas y familias enteras (incluso existen servicios de detectives para detectarla).

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