Muchísimos artículos no podrían llegar a las tiendas en buenas condiciones si no fuera por los envases plásticos y además son los envases más eficientes en términos energéticos, por lo que la fuerza de grandes corporaciones hace que esté presente en la gran mayoría de productos del supermercado y que -aunque cumplan la normativa- los materiales en contacto con alimentos no sean totalmente seguros. Los envases de plástico matan.
Componentes del plástico
La Universidad de John Hopkins y varios estudios posteriores han demostrado que los compuestos de la dioxina causan cáncer, sobre todo cáncer de mama, y son altamente tóxicos para las células humanas. Además, a través del plástico ingerimos otras sustancias químicas peligrosas para nuestra salud (PFAS, ftalatos, bisfenoles, metales y compuestos volátiles) y muchas otras que ni siquiera sabemos en qué nos afectan.
Un estudio suizo detectó que al menos 1350 sustancias químicas utilizadas en los envases alimentarios también están presentes en muestras humanas como la leche materna, el pelo, la orina o la sangre.
Estamos expuestos e ingerimos continuamente sustancias químicas de los envases plásticos que pasan a los alimentos. Entre los compuestos químicos que comemos hay varios que presentan características peligrosas y preocupantes y muchos otros de los que ni siquiera disponemos de información que determine cómo pueden afectar a nuestra salud.
Las dioxinas son un conjunto de sustancias químicas que presentan similitudes en su estructura y que tienen un impacto negativo y duradero en el entorno. Estas sustancias están presentes a nivel global, en el medioambiente, y tienden a acumularse en las cadenas tróficas, especialmente en la grasa de los animales. El plástico contribuye a la contaminación y perpetúa la presencia de dioxinas en nuestro ecosistema porque libera dioxinas en la comida:
- Las botellas de agua liberan la dioxina del plástico cuando se almacenan en el frigorífico.
- Los recipientes o vajillas de plástico liberan dioxinas al ser calentados en el microondas.
- La combinación de grasas, temperaturas elevadas y plástico, libera la dioxina en forma de vapor que se introduce en la comida y en última instancia, en las células de nuestro cuerpo.
- Si tapamos comida con plástico en rollo y aún está caliente, o la calentamos, el plástico deja caer literalmente gotas de toxinas venenosas sobre la comida.
El plástico no es el único tipo de envase alimentario que puede liberar sustancias químicas en los alimentos, otros materiales, sobre todo procedentes del reciclaje, pueden contribuir a aumentar los niveles de migración de sustancias químicas.
Cómo evitar el uso de plásticos:
Evita comprar comida en envases con exceso de plástico, sobreenvasados y compra al peso siempre que sea posible.
Usa botellas de cristal o metálicas.
A menor cantidad de producto por envase, más contaminación. Mejor 1 yogurt de 500 gramos que 4 de 125.
Haz comidas caseras basadas en productos frescos.
Si el plástico es malo, el plástico reciclado es aún peor por la mezcla de componentes. Mejor si no tiene el sello de «reciclado» aunque suene feo para el medioambiente. Antes va tu vida.
Recuerda que las sartenes pueden tener componentes como el teflon que no es recomendable, usa cerámica, acero o aluminio.
Usa recipientes y vajilla de vidrio, Pyrex (cristal templado), o cerámica para calentar la comida o almacenarla. Tienes packs en Amazon a muy buen precio.
Haz tus propios yogures en una yogurtera. Ahorras, están más suaves, se hacen en medio día.